jueves, 17 de diciembre de 2009

domingo, 8 de noviembre de 2009

Van a por Nosotros

Por primera vez, gratis en la web, el libro clásico de Graham de la Cruz:

Van a por Nosotros (pdf)

jueves, 8 de octubre de 2009

A(H1N1): puro bisne

viernes, 2 de octubre de 2009

LA BELLEZA


sábado, 27 de junio de 2009

Michael, rest in peace

1. El negro ha muerto. La noticia me golpeó desde lo profundo de la infancia, una noticia banal, un espejismo de los mass media al fin y al cabo, y a la vez la noticia de una pérdida verdadera, un golpe en el sentido neto de la palabra.
Detrás de su muerte, una muerte de leyenda, a la altura de su biografía, justo antes de su pretendida resurrección musical, se sucederán monzones de tinta impresa y palabras y más palabras amarillas. Morbo. El retrato de la estrella eclipsará la historia del hombre. Porque lo que conocemos de Michael es su retrato, incluidos los rasgos presuntamente más escandalosos. Este retrato puede ser visto como el negativo en blanco de la imagen, porque en la historia del hombre, el positivo en negro, nos damos cuenta de que el rey del pop fue poco más que un mono de feria en manos de distintos explotadores desde los cinco años. Cierto que el amo le otorgó una fortuna capaz de comprarlo todo. Recordamos a Michael en los más exclusivos comercios, mirando fascinado con aire de Luis II de Baviera, diciendo: "lo quiero todo, quiero uno de cada" y llevándose todos los artículos de la tienda a su Neverland, su Dreamland, suputamadre. Pero, antes de juzgar su comportamiento demencial, debemos pensar en el adiestramiento duro a que se le sometió. Porque, si Michael se forró con su música, más se forraron con él las distintas discográficas por las que pasó. De hecho, en tiempos recientes, había roto con Sony Music para intentar lanzar su propio sello, Michael Jackson Records, tras lo cual empezó una guerra de boicot contra él en USA. ¿Hasta qué punto Michael fue dueño de su imagen, cuando su vida consistió en ganarse permanentemente el aplauso para beneficio del amo? Debemos imaginar a una persona a la que se le dice desde la infancia: "haz esto, haz lo otro, vístete así, canta así, muévete así, los fans esperan esto de ti, no nos defraudes, etc, etc", mucha gente encima, detrás, debajo, gente por todas partes, padres, hermanos, promotores en litigio, agentes, ejecutivos, accionistas, mucho, mucho dinero en juego con cada movimiento de la superestrella. Esas transformaciones físicas, todas esas operaciones, esa lucha contra su imagen al modo de las adolescentes suicidas, en esto Michael fue todo un pionero. La fábula de Michael es, con todo, arquetípica: un niño negro de la clase obrera (su padre era operario de grúa) que, saltándose la infancia, llega a la cima y más alto aún, deformado por el ascenso y tullido desde la base, incapaz al final de representar su papel, acaba consumido por la fama y devorado por la presión pública. "Un juguete roto", decían hoy en las noticias. El negro ha muerto, y esto se acaba.
2. El negro ha muerto. Por lo demás, el mundo sigue su curso incierto. Baltasar, desde USA, condena los sucesos de Irán con la misma hipocresía que sus predecesores. Irán, el malo malísimo, cuyo gobierno debe sucumbir como sea porque su presidente es un farruco que no acata las órdenes de Washington. Una vieja historia. Mahmud no tiene razón, aunque haya ganado las elecciones. No tiene razón aunque la tenga, porque no la puede tener, siendo un moro tan malvado y diciendo las cosas que dice. Los chinos, por su parte, expandiéndose por todo el orbe, pronto serán la primera potencia, y entonces las cosas serán distintas a como son ahora. El valor simbólico del dólar está en declive. USA está en declive y el nuevo fichaje poco podrá hacer, poco puede hacer, para frenarlo. La crisis del cerdo, la crisis, el cerdo, la gripe en expansión, los laboratorios farmacéuticos de Suiza frotándose las manos, la crisis, las medidas anticrisis, el capitalismo reforzado con fondos públicos, los bancos que siguen sin soltar un duro, las granjas de cerdos hacinados, los antibióticos del cerdo, el otro día me puse malo con amigdalitis y me tomé unos antibióticos para cerdo de granja industrial. Estaban muy ricos. Me curaron de todos mis males. Sabían a bellota. El cerdo, en Italia, se usa para hacer salame. El salame de Milán es exquisito. Italia, la cuna del Dante, propone la creación de patrullas fascistas para perseguir a los inmigrantes. Milán, la cuna del salame exquisito, es la tierra de origen de ese nuevo duce, tan simpático y ocurrente, paradigma de lo peor del país. Eso pasa en Europa, donde la derecha ha barrido en las elecciones al Parlamento Europeo. La vieja Europa, cada vez más una caricatura de sí misma, cada vez más un parque temático, cada vez más cara y más homogénea, da igual, cada vez más, si es París o Berlín, si es Barcelona o Londres, Estocolmo o Roma, Amsterdam o Madrid, Praga o Bruselas, Viena o Copenhage: en todos lados las mismas cadenas multinacionales que ocupan los cascos históricos y los centros urbanos, las mismas muchedumbres enajenadas, los mismos turistas taking pictures and shopping shopping shopping. Europa fashion, Europa ficticia, Europa me la come con papas.
3. El negro ha muerto y yo estoy un poco cansado ya. El negro era blanco y el blanco era negro. Todos somos negros, menos los blancos que tienen los bolsillos llenos. Y a esos les queda poco. El verano ya llegó, ya llegó, ya llegó, y yo me marcho al Altiplano para no volver. No creo que Michael abusara sexualmente de ningún niño ni que quisiera cambiar el color de su piel. En general, cuando veo las entrevistas de Michael, me creo lo que dice, aunque sean las palabras de un enfermo. Todo lo contrario de cuando escucho hablar a los políticos. La gente habla de tal o cual político corrupto. La política es, por definición, corrupta. Un juego de favores entre amiguetes, un derroche de dinero público en cenas y convenciones. Bajo las actuales condiciones, sólo se puede llegar al poder político contando con el respaldo financiero del poder económico, que sufraga las campañas electorales y la publicidad de los candidatos. Las razones dan igual. Las leyes dan igual. La política, bajo las actuales condiciones, es una demencia. El político, cuando llega al poder, adquiere un nivel de vida similar al de un empresario. Cobra una buena pasta, miles de euros al mes, se sube al coche oficial y se olvida de todo lo que decía en campaña, que de todos modos era mentira. Se relaciona con los grandes empresarios, come delicatessen y se pone cerdo a costa del dinero de los impuestos. Se relaja, se broncea, afirma que vivimos en el mejor de los mundos posibles, un mundo que, para él, está bien hecho porque le ha llevado al poder. Pero sólo tiene el poder en la medida en que defienda los intereses del capital. Si amenaza los intereses del capital, no tardará en caerse del burro. Y el burro es, después del cerdo, mi animal favorito. Todo esto, en realidad, me la sopla.
El negro ha muerto y esto se ha terminado.
Salud y Revolución.

jueves, 23 de abril de 2009

La crisis del cerdo

Era el 23 de abril. Bajando por el Paseo de Gracia podían verse los puestos de libreros y floristas en plena calle, pues aquí es tradición regalar un libro y una rosa. Hacía mucho calor y yo me bañaba en las multitudes locales y foráneas que miraban los expositores con avidez: aunque sólo fuera hoy, había que comprar un libro. Y una rosa roja. Muchísima gente. Y al llegar a las Ramblas, más gente aún. Frenesí. Y en medio de toda esa gente, otra gente, integrados en la multitud, apenas discernibles del resto, portaban banderas de CCOO y pancartas con consignas en contra de un ERE de la empresa Inoxcrom, ya sabemos, bolígrafos y plumas, no sé cuántos despedidos, marchaban en medio de los compralibros y los turistas, como si fueran miembros de una secta Hare Krisna pasando por un mercadillo cualquiera, regalando panecillos y bolitas de coco, nadie parecía percatarse de su presencia. El cielo brillaba intensamente azul y en el aire se respiraba la alegría suicida del consumismo. Caí al suelo como fulminado por el rayo de la perplejidad y me agité entre espasmos antes de perder el conocimiento.

Fue Graham de la Cruz quien me advirtió hace años de la demencia de la vida social contemporánea constatable en la coexistencia espacio-temporal de asuntos cuya identidad prosigue lógicas paralelas irreconciliables para la razón. El observador que se detenga, respire profundo en medio del tráfago y quiera sentir lo que sucede a su alrededor sólo percibirá un contrapunto bestiale alla mente:

Como bien afirman los pragmáticos, no hay manera de distinguir ya la verdad de la banalidad: hoy coexisten en un mismo plano indiferenciado el tetramorfo y el brontosaurio, la eucaristía y el photoshop, la revolución y los comics manga porno, el apocalipsis y la tarifa plana, los microcréditos y el tokonoma y la virgen del pino y el gin tonic con bombay y el tao te ching y la piedra rosetta, pin pan pun, bocadillo de atún y el g20 y su puta madre, con perdón, y los buenos y los malos y el blue tooth y las clarisas descalzas y el reggaeton y frank o. gehry, jackie chan, koffi annan y ban-ki moon y adolfo domínguez, la mandorla mística, el dulce de leche y el menú big mac y el padrenuestro, la play station y el concierto para violín de alban berg. Y sobre todo, internet, la posmodernidad y el calvinismo. Y el embutido ibérico, que es delicioso. Y lola flores. Y el pasado y el futuro. Y la pantoja en su cárcel de amor, la poesía y el genoma. Y el progreso. Por delante y por detrás. El chorizo. El donut: la clave.

(Graham de la Cruz: Van a por nosotros)

Nadie puede discutir ya la alienación en que nos movemos. Y nadie lo puede discutir precisamente a causa de la alienación. Cada loco con su tema. Comprimidos en un mundo cada vez más pequeño, adoptamos la estrategia del autismo para no empegostarnos con los problemas o el dolor de los demás, que nos quedan demasiado cerca.

A todo esto, se habla en las noticias de los avances y retrocesos de la crisis, parece que sí, que ya remite, no, no remite, remite un poco, ¿remite? remite, no, nunca habíamos estado peor desde hace cuarenta años, pero ya, Trichet dice que ya ve signos positivos, más y más despidos, los bancos que no sueltan una perra, Santa Rita Rita, lo que se da no se quita, ahora tenemos dinerito público, pero no se lo vamos a prestar a nadie, jajajá, a joderse, primos, no está el horno para bollos, el dinero "no llega a las familias", ¿cómo va a llegar, si el gobierno se lo ha dado a los bancos? A los mismos que han generado esta crisis. Hacen falta medidas, una reforma, una refundación del capitalismo, etc. La verdad es que no sé muy bien lo que está pasando. La Revolución desde luego, parece que no llega. El rey Baltasar ha enseñado pronto su rabo blanco y ahora dice que no, que Guantánamo no se cierra, no, we can´t -sorry-, los tribunales militares son una institución muy arraigada en la historia de USA y no se pueden clausurar así como así, y tampoco se va a investigar el tema de las torturas ni se van a señalar responsables ni se van a mostrar más imágenes como aquellas horrendas de la prisión de Abu Ghraib, porque no le hacen bien al país ni le hacen bien a nadie y yo estoy fatal de mi úlcera. Ahora me arrepiento de haber comido tanto codillo durante toda mi vida. El codillo está muy rico. Una amiga me dijo hace poco: "no conozco a nadie a quien no le guste el codillo". El codillo, bien cocinado, con su buena guarnición de papas sancochadas y salsita, es una delicia. Pero comer demasiado codillo acaba dañando el estómago y es entonces cuando finalmente contraes la gripe porcina, también llamada influenza del cerdo, que cursa con tos, dolor de huesos, dificultades respiratorias y unas cagaleras que te vas por las patas pabajo. ¿De dónde salió la gripe del cerdo, ahora oportunamente rebautizada como dolencia gripal porcina del cerdo, o también fiebre del verraco porcino y cerdo, o simplemente cerdada porcina del cerdo? Nadie lo sabe. Se dice que de la caca del cerdo industrial que se consume all around the world, el cerdo global, que vive hacinado con sus congéneres en medio de su propia mierda, atiborrado de pienso sintético y antibióticos. O de un laboratorio de la CIA. El otro día oí el argumento de que se trata de un nuevo plan para reducir parados. Probablemente alguna farmacéutica esté también por ahí metida. Desde luego, es una buena manera de hacer que la gente no piense en los despidos masivos. Vale, estás despedido y en verano se te acaba el paro, pero no te quejes, que al menos no tienes la gripe del cerdo porcino.

Son muchas las preguntas que se agolpan a borbotones a boca de alma y una inteligencia humilde no se atreve a formular respuestas. La Revolución.

No podemos dejar de recordar aquí a Enric Durán, que continúa en prisión "preventiva" en la cárcel de Can Brians en Martorell (Enric Duran. Apdo. de correos 1000. 08760. Martorell).

Tenemos que montarla como siempre que se monta algo, desde abajo, por aquello de la gravedad. Si no contamos con la gravedad, nos arriesgamos a dispersarnos en la heterotopía radical, contrapunto bestiale alla mente, cada loco con su tema, pin pan pun, bocadillo de atún.

Por lo demás, estoy confundido.

http://www.youtube.com/watch?v=xuHLpR-8A4o





viernes, 10 de abril de 2009

Que no, que no

¡No, no, no! ¡A todo, no!
Natan



La negatividad subsiste entre nosotros como una actitud arraigada en la crítica pero denostada por sus innegables daños para la afectividad del individuo. El negador es confundido a menudo con el amargado, y ciertamente, a menudo, el negador es un amargado. Confrontado con el todo y sufriendo en carne el nihilismo contemporáneo ("el todo es lo no verdadero", dirá Adorno), el negador siente la violencia que el todo ejerce sobre la realidad y sobre su propio cuerpo pensante y se da a la batalla y al progresivo desgaste emocional a tumba abierta, mientras el cuerpo aguanta. Porque frente a la violencia del todo que le circunda, el negador opone la violencia de su propia razón dejando en medio al cuerpo, que queda así aplastado entre las dos fuerzas en litigio.

La negación requiere de una instancia trascendente en la medida en que necesita salir de lo dado hacia un territorio libre desde el cual elaborar la crítica. Este territorio no está condicionado por las premisas del todo, las premisas del mundo dado, del espacio-tiempo del capital en nuestro caso. La negación pone el mundo en suspenso y denuncia un orden dañino.

Que el orden del todo es dañino es evidente en su preformatividad darwinista. En su generación de modelos "aptos" para la vida y en el rechazo y condena de los "ineptos", en sus reclamos publicitarios y en la selección de los ganadores de la feria y el desprecio hacia los perdedores, aquellos que no cuentan en la construcción de la gran narrativa histórica de avance y progreso, se aprecia permanentemente la estela de sufrimiento y enfermedad que va dejando en las vidas particulares.

Ahora bien, el negador no siempre puede mantener la mirada al todo. En la contienda, el negador tiene todas las de perder, y efectivamente, perderá, porque no se puede vencer el todo del que uno forma parte. Pero la conciencia no forma parte completa del todo, sino que excede el todo por el lado de la mortalidad, la no-identidad de la conciencia con el todo forma la última y única trinchera desde la que el negador presenta su batalla perdida, perdido él mismo en la esperanza de una armonía que no llegará, alimentado por una fe de la que nada sabe.
La contradicción es un equilibrio difícil de mantener. El pensar-contra-uno-mismo se cobra el precio de la enfermedad. Aquí y ahora, nosotros, pequeños fascistas con mayor o menor grado de conciencia, partícipes y beneficiarios del ciego régimen de explotación universal que va consumiendo la vida del mundo, hemos de aprender a recomponer unos lazos sociales rotos por la contractualidad mercantil. Las alternativas aún no están construidas, pero el mundo se mueve.


jueves, 19 de marzo de 2009

El perro

El perro es el mejor amigo del hombre. El perro es fiel y da la vida por aquel a quien quiere. El perro es un animal capaz de una infinita ternura para con el hombre y la mujer, la niña y el niño, el abuelo y la abuela. Compañero fiel del humano desde que el mundo es mundo, el hombre ha hecho al perro a su imagen y semejanza. El perro, como el hombre y con el hombre, ha devenido históricamente. A mí me gustan mucho los perros. Pero todos sabemos que un perro, en manos desaprensivas, puede convertirse fácilmente en una máquina de matar. Y hemos de aclarar que ello no resulta demasiado grave si el perro en cuestión es un chihuahua o un pequinés. Tampoco debe preocuparnos en el caso de un caniche, un carlino o un yorkshire. El lulú de Pomerania, por muy furioso que esté, no podrá jamás zaherirnos más arriba de las canillas. Pero la cosa es bien distinta si el animal azuzado por una mano asesina es de mayor tonelaje: tal es el caso del rottweiler, el dobermann o el agente antidisturbios.




Tengo mi infancia asociada a la imagen del perro labrador, inteligente can de la familia del terranova, perros de tierras frías que han acompañado al humano en sus tareas de pesca y cobro de caza a lo largo de los siglos. Me viene a la mente también el border collie de la montañosa Escocia, que es un prodigioso caso de simbiosis del animal con la actividad del pastoreo de ovejas: son famosos los concursos en los que amo y perro demuestran una asombrosa compenetración y una complicidad libre de toda culpa o morbo alguno. Y qué decir del inefable San Bernardo, legendario auxilio de alpinistas tras los aludes en los Alpes de la nieve eterna, imagen del Deus ex Machina, con su barrilete de licor al cuello. Ha tenido buena publicidad, hay que decirlo. Pero ninguna de estas virtudes he observado en el agente antidisturbios.






A la muerte de su perro Botswain, un fiel terranova de enormes ojos pardos, Byron hizo esculpir una lápida en mármol de Carrara donde quiso que figurara el siguiente epitafio:


“Aquí reposan los restos de un ser

que poseyó la belleza sin la vanidad,

la fuerza sin la insolencia,

el valor sin la ferocidad

y todas las virtudes de un hombre,

sin ninguno de sus vicios”.




Quizás exagerara, pero lo cierto es que nada de todo esto puede atribuirse al agente antidisturbios sin faltar gravemente a la verdad, porque del mismo modo que del feroz dobermann se dijo durante un tiempo que el estrechamiento progresivo de su cráneo durante el desarrollo enloquecía al animal y lo volvía agresivo, igualmente podría aventurarse que el casco de los antidisturbios les disturba el cerebelo, les perturba el seno del hipotálamo y les masturba el ano por efecto somático, cuando al blandir la porra se yerguen por fin erectos y en vez de sentir alegría sienten rabia.








En la feliz Barcelona, ciutat del disseny y paradigma de la tolerancia y el buenrollismo, se ha producido el pasado miércoles 18 de marzo un atentado escandaloso contra la integridad y dignidad de los "ciudadanos" (no somos sino súbditos, a ver si nos va quedando claro) por parte de los cuerpos antidisturbios de la policía autonómica del gobierno catalán, los famossos d' esquadra. Un viaje al pasado, un buen viaje con la porra en la cabeza y, sobre todo, en las articulaciones, hasta los tiempos del caudillo, esa ha sido la impresión unánime de los observadores más cautos. Los señores agentes han blandido sus porras y han dado tiros al aire, se han ido calentando como jauría soliviantada por la carnaza y han entrado a dar, a diestro y siniestro, a cuanto se moviera o diera muestras de vida inteligente. Y después, persecusión por las calles de Barcelona, posa't guapa. A medio día y por la noche, doble turno de hostias. Por el día pumba pumba, por la noche chachachá. Corriendo con las porras al aire, disfrazados de X-Men, el casco impidiendo todo razonamiento y el escudo del Capitán América para protegerse de los argumentos, han ido a dar. No les interesa el diálogo, vienen a dar. Cumplen órdenes y canalizan sus instintos a través de estas órdenes, la orden se va concretando a través de la cadena de mando, a través de la correa del dobermann y surge finalmente en la realidad como golpe de porra en las rodillas, para que aprendas, mamarracho, y otro golpe más y si te vas al suelo te piso la cara. Que pasa un abuelo y le increpa, pues leña al abuelo, qué se va a creer el viejales; que una familia con tres niños les dice media palabra, pues se bajan todos del furgón y leña a la familia, sobre todo si no son de aquí.





A mí mismo me suena exagerado, pero no lo es. La carga contra los estudiantes se ha extendido al resto de la sociedad como preludio de unos tiempos que se avecinan aún más represivos: va a aumentar el descontento social rápidamente. Ya está aumentando. Aporrear a los fotógrafos y periodistas ha sido otra muestra del camino elegido. Así como la pasividad del representante político a cuyo cargo está la actuación de la policía, como si dijera: "ellos sabrán lo que han de hacer en estos casos". Pues han demostrado lo que saben hacer. Porra, porra, porra de perro con la porra, el perro blandiendo la porra, frotándose la porra, el perro a las órdenes del perro a las órdenes del orden del capital, en la Barcelona tolerante, la Barcelona de pasado olvidado, la ciudad recauchutada, la ciudad mentirosa.






La coincidencia de los actos de violencia callejera producidos por la actuación policial con la detención de Enric Durán en la misma Universitat de Barcelona la tarde anterior arrojan luz sobre el nivel de actividad policial en contra de los movimientos que plantan cara de manera pacífica para hacer frente a la actual situación política y social, que cada vez se va a poner peor.


La vuelta de Enric ha venido acompañada de un nuevo número de "Crisi", que puede leerse íntegro en varios idiomas en la siguiente dirección:





Por lo que respecta a los perros, poco puede añadirse. No dejamos de saber con quién nos la jugamos. Las agresiones son continuas y se hace evidente la necesidad del bozal.




viernes, 20 de febrero de 2009

MAN

El estudio de la formación del carácter de un hombre supone siempre adentrarse en un laberinto de pasiones insondables y grutas oscuras de turbio deseo. Aunque pretender la universalidad de cierto enfoque sea tarea que naufraga indefectiblemente en los sinuosos meandros de la aporía, vale la pena señalar algún que otro tópico que, si bien acaso no sea universal, sí que resulta extendido en extremo worldwide. Pongamos un ejemplo. Pese a que hace ya tiempo que no se habla abusivamente del tema, acaso por la decadencia de un ideal a todas luces minoritario, muchos de nosotros hemos crecido obsesionados con el espinoso asunto del tamaño, longitud, grosor y dureza del falo, propio y ajeno, y con las múltiples implicaciones que dichas cualidades acarrean en la vida de todo hombre, siendo un elemento fundamental en el desarrollo del niño y en la formación de la autoestima del adolescente. Freud dedicó muchas y muy hermosas páginas a este particular, aunque sus escritos al respecto, como gran parte de su obra, hayan perdido vigencia con el advenimiento de los tiempos recientes y los nuevos enfoques de la antipsiquiatría propugnados por Franco Basaglia en los años setenta, entre otras corrientes de investigación.

Ha tenido que ser Graham de la Cruz quien, en un breve fragmento de su ensayo Van a por Nosotros, vuelva a poner los puntos sobre las íes acerca de un tema que, digan lo que digan, está profundamente implantado en el subconsciente colectivo. He aquí el texto en cuestión:




De Sifredi hay que hablar, eso está claro. Para el ignaro que no lo sepa, Sifredi es conocido en el mundo entero por tener un rabo gigante, de cerca de medio metro de largo y otro tanto de diámetro, con el que taladra a todos los seres que se sitúan delante de él en los soberbios filmes porno que protagoniza. Cuenta la leyenda que Sifredi lleva erecto desde la adolescencia y que todavía hoy, a punto de cumplir los setenta años de edad, en los ratos en que no penetra, se masturba incansable, obsesivamente, ostinato. Este es uno de los rasgos que más llaman la atención en él: Sifredi, según parece, es capaz de mantenerse en una constante actividad sexual a todas horas, no se detiene jamás e incluso tras la eyaculación y evacuación de toda la leche mangorra que yace en sus enormes cojones, puede mantener el mismo ritmo frenético, industrial, de sus embestidas, sin perder un ápice de vigor y dureza fálicos.
Todo hombre quisiera ser similar a Sifredi, esto es bien sabido, aunque algunos no lo reconocen. Anhelado por todas las mujeres de la Tierra, Sifredi constituye una imagen ideal del macho absoluto, el varón dandy, hercúleo, alto, engominado, latin, bello, sifredi, chuloputas, italiano, español, blandiendo su cimitarra, héroe mediterráneo como ninguno, como sólo él, como todos quisiéramos, dador de placeres infinitos y desgarros voluptuosos, macho, macho, machomén.
Yo también quise siempre ser lo más sifredi posible, pero claro, no es fácil. La naturaleza no tiene en cuenta nuestros deseos. A unos los hace bellos y fornidos, a otros enclenques y deformes. Da igual, porque para eso está pensada la industria, esa forma que tenemos los humanos de corregir los designios de un demiurgo indolente a nuestras quejas y súplicas. Hace un tiempo descubrí gracias a ella un modo infalible de acercarme a mi modelo. Ocurrió de la siguiente manera: una noche, late at night, sentado como suelo ante el televisor en busca de experiencia vital y emociones fuertes con ayuda del mando a distancia,
al mando, recalé en la teletienda, maravilla de maravillas, donde presentaban un artilugio que prometía obrar el tan buscado milagro de la transformación. Se trataba de Androrrabo®, ingenio consistente en un juego de argollas y alambres que basándose en el principio físico de la tracción y en las más avanzadas teorías comparativas sobre fisiología humana y equina, prometía, por boca de médicos auténticos y profesionales que a todas luces decían la verdad, ser capaz de alargar el miembro viril unos veinte centímetros en pocos días. Sobre la marcha apunté los datos y al día siguiente lo mandé a pedir.
Pasé una gran ansiedad mientras esperaba. Al llegar a mis manos, cuatro días después, lo primero que hice tras despedir al mensajero de correos fue ponérmelo, por supuesto, qué otra cosa iba a hacer, en las cimas de la desesperación, con toda la urgencia que la situación requería. Tan pronto lo tuve puesto me empezó a doler, pero ello no me amedrentó. Me dolía el artilugio, me dolía y aún me duele, el maldito, pero para ser un hombre hay que saber sufrir. Han pasado unos meses y todavía lo llevo puesto a todas horas. Tengo el pene más largo y me siento más hombre y más feliz. Lo importante es estar a gusto con uno mismo. Pese a que el glande me sangra con frecuencia y que he sufrido la gangrena del huevo izquierdo, que me ha debido ser extirpado, no cejaré en mi empeño de ser el hombre de mi vida, el hombre de mis sueños, el hombre más hombre.
Androrrabo® te enseña que no hace falta ser negro para tenerla descomunal, te enseña que todos podemos ser sifredi and happy. Macho del barranco, yo seré un hombre por ti, renunciaré a ser lo que fui. Yo y tú. Tú y yo. No digas que no.


















domingo, 18 de enero de 2009

Amigos de Israel

La raza no es, como pretenden los racistas, la particularidad natural inmediata, sino, más bien, la reducción a lo natural, a la pura violencia: la particularidad encerrada y obstinada en sí misma, que, en la realidad existente, es precisamente lo universal. Raza es hoy la autoafirmación del individuo burgués, integrado en la bárbara colectividad.
(T.W. Adorno)
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Mil quinientos muertos, cinco mil heridos. Alto el fuego unilateral y reanudación de los ataques seis horas después. Sedes de la ONU, hospitales y escuelas bombardeadas con armas prohibidas: ¿cómo se explica que las democracias europeas no rompan relaciones con Israel como lo han hecho Venezuela y recientemente Bolivia? Quizás no extrañe tanto si vemos a Israel como un apéndice de USA en Oriente Próximo, y ya se sabe que con USA no se puede romper, haga lo que haga, porque de algún modo, también nosotros somos USA. Llama la atención la constante mención de la "amistad" a Israel que hacen los dirigentes, incluido Setapé, despejando cualquier duda al respecto. Israel es el matón del que hay que ser coleguita, porque como se le crucen los cables...
En esa magnífica parodia macabra que es Van a por Nosotros, Graham de la Cruz reconstruye las reflexiones de un empresario español vinculado a la cámara de comercio hispano-israelí. Reproducimos el fragmento en cuestión:
Eres un simplista. Las cosas no son tan sencillas. Israel no mata porque sí. Menudo escándalo si piensas eso, ignorante. No entiendes lo que significa sentirse amenazado por los terroristas. Pero amenazado de verdad, por unos fanáticos locos, fascistas suicidas que odian la vida y la Civilización. Si Israel se despista, se los comen los salvajes esos, que están rodeándolos por todas partes, como lobos hambrientos, que anhelan y envidian el bienestar de Israel. “El moro es un lobo para el hombre”, ya lo decía el filósofo. Por eso Israel tiene que mostrar mano dura. Los moros sólo entienden la mano dura. Leña al moro, como dice el refrán. Lo que pasa es que tú eres un simplista y un antisemita. ¿Tú te crees que a Israel le gusta matar niños? Claro que no, pero los niños crecen y se convierten en terroristas, por eso no queda más remedio que matar a algunos. Los que mueren no son niños: son futuros terroristas. Además, la culpa es de sus padres, que los dejan ir sueltos por ahí, bajo las bombas. De todos modos, si lo piensas bien tampoco es tan grave, porque los moros tienen muchísimos hijos. Ya lo decía aquel intelectual español en su blog: “paren como conejos”.
Yo soy un Amigo de Israel. Lo importante hoy es ser Amigo de Israel. Antes, cuando Israel no existía como E$tado, los judíos eran unos seres despreciables. Sólo se les toleraba porque tenían dinero. Al no tener un país, tenían dinero, que era una forma de tener una patria. Con dinero te respetan, eso siempre ha sido así, y eso lo sabían bien los judíos. Pero llegó Hitler y dijo: “Nanay de la China, a mí no me engatusan los usureros estos”. Y se puso a matar judíos que se volvió loco, el tío. Mató… bueno, para qué te voy a contar, mató una barbaridad: cantidades industriales de judíos y gitanos y moros y negros y rojos, pero sobre todo judíos, que le caían peor, no se sabe muy bien por qué. Sus razones tendría el hombre, digo yo. El caso es que después de la guerra, la comunidad internacional decidió permitirles montar el chiringuito en Palestina, para que se callaran de una vez y se fueran allí a vivir y a amasar fortunas, que es lo que más les gusta en el mundo: amasar fortunas y darse cabezazos contra el Muro de las Lamentaciones. Le dan al muro de frente, con la nariz ganchuda esa que tienen, que es como un pico de ave rapaz; intentan horadar el muro, como prescribe el ritual milenario, el tal Mud ese o como se llame.
Lo cierto es que desde que llegaron, los moros han estado tocándoles los huevos con sus bombas y sus chilabas y sus babuchas apestosas. Desde el principio han estado siempre tensos, porque sabían que a los moros no les iba a hacer mucha gracia que los echaran al desierto por la cara. Los judíos han estado en guerra con ellos desde que llegaron. Pero por suerte para ellos y para el Bien, desde USA, donde viven más judíos que en Israel, les han echado un capote. ¿Por qué? Porque los judíos de USA son dueños de la cocacola, y sin cocacola USA se viene abajo. Por eso le han dado a Israel armas y bombas atómicas y todo lo necesario para mantener a raya a los moros. Pero claro, vivir así es un estrés. Deben de tener paranoias chunguísimas sabiendo que están rodeados por los moros. Yo también las tendría. Además, los tíos tienen el trauma de los campos de concentración y las cámaras de gas y todo aquello. Por eso, desde que pueden, levantan muros y alambradas y lanzan misiles con fósforo blanco, que es una sustancia química que abrasa la piel y asfixia los pulmones: a ellos también los asfixiaban con Zyklon B y los quemaban en hornos. Están en su derecho de vengarse, ¿no?
Ya te digo: hoy en día hay que ser Amigo de Israel. ¿Tú no eres Amigo de Israel o qué? Entonces eres un antisemita y un hijoputa. ¡Simplista! Pregúntale a cualquier intelectual si es o no es Amigo de Israel y verás qué te responde. Cualquier intelectual te dirá: mejor ser Amigo de Israel, que es un país nazi, pero al menos es una democracia moderna. Opinar otra cosa es ser simplista y antisemita y antisistema. Está clarísimo.
Lo moderno es ser Amigo de Israel y apoyar a Israel en su derecho a defenderse de los árabes. “Los árabes no existen”, lo dicen las Escrituras y lo tiene que proclamar el primer ministro israelí en su discurso de investidura al jurar el cargo sobre las Escrituras. Los árabes no existen, pero tocan los huevos una barbaridad.

domingo, 11 de enero de 2009

Antisemita

En los blogs de internet me han llamado de todo: racista, clasista, comunista, fascista, antisistema, antisemita, anarquista, demagogo, elitista, miserable, misántropo, misógino, barriobajero, ruín, mediocre, chisgarabís, degenerado, antisemita, subversivo, borrachín, chiquilicuatro, nazi, islamófobo, antisemita, islamófilo, drogadicto, bolchevique, menchevique, reaccionario, terrorista, malvado, terrorista, sacrílego, terrorista, blasfemo, terrorista, felón, antisemita, sodomita, homófobo, terrorista, gordinflón, facha, jipioso, mongolo, antisemita, amarihuanado, tragaldabas, enfermo mental y bobo solemne, entre otras tantas lindezas, que me han dejado profundamente consternado. Pero consternado de verdad. Acuérdate si no de mi mirada perdida y mis ataques de llanto durante tu última visita a casa. Lo he pasado muy mal, y tú lo sabes.
Graham de la Cruz
(Van a por Nosotros)
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Ayer y hoy se han celebrado por doquier manifestaciones de condena a la brutal intervención israelí en la franja de Gaza que en estos momentos se lleva a cabo, con el saldo provisional de más de ochocientos cincuenta muertos y tresmil quinientos heridos, la mitad de ellos civiles, mujeres, niños y ancianos incluidos. La cifra aumenta escandalosamente mientras voy escribiendo estas glosas y quién sabe hasta dónde llegará cuando el gobierno de Israel decida decretar el alto el fuego, sin que ningún gobierno europeo proteste con la energía necesaria. Ayer en Barcelona, un miembro de la comunidad palestina en Cataluña alzaba un cartel donde podía leerse "Gracias Chávez", con una foto del presidente venezolano. Venezuela, como sabemos, es el único país que ha roto relaciones diplomáticas con el estado de Israel a causa de esta agresión.
En estas manifestaciones callejeras se suelen leer y escuchar consignas que equiparan el sionismo con el nazismo y que identifican la estrella de David con la esvástica, en lo que parece ser una igualación recurrente que despierta recelos entre los asistentes más cautos y aprensivos. La comparación, que desde luego es controvertida, tiene la ventaja y el defecto de la visceralidad poética: el colapso de la humanidad, la razón al servicio del exterminio de inocentes, la catástrofe histórica sin igual que supuso el nazismo cumplen en esta equiparación una función de rechazo absoluto con respecto a las prácticas políticas genocidas que lleva a cabo hoy el estado heredero de dicha catástrofe. La vinculación histórica entre la suerte del pueblo judío durante la Segunda Guerra Mundial y la creación del Estado de Israel al finalizar esta refuerzan el poder de seducción de la comparación, que adquiere incluso tintes psicoanalíticos: los judíos serían el pueblo traumatizado condenado a repetir sobre los árabes el trato recibido en el pasado por los alemanes; sin embargo la comparación es también débil por su trazo grueso y su tosquedad: evidentemente el sionismo no es el nazismo, aunque al igual que este, nace con los nacionalismos romántico-burgueses del siglo XIX europeo. Las comparaciones de trazo grueso, aunque tengan poder catártico, oscurecen la comprensión de los hechos. En este sentido llamar nazis a los sionistas tiene el mismo valor que cuando Aznar llama nazis a los miembros de la izquierda abertzale: sólo desacredita a quien equipara.
Dicho esto, me irrita profundamente esa tendencia de muchos a ver antisemitismo por todas partes, "restos de antisemitismo", donde sólo hay rabia contra la impunidad de la cual goza el Estado de Israel en nuestros días, con sus actuaciones al margen de la legalidad internacional, con su absoluto desprecio hacia la humanidad de los árabes (en la política israelí impera la máxima "los árabes no existen"), con su ejército todopoderoso y atómico y el apoyo siempre incondicional de los USA. Y si yo digo ahora: "¡Me cago en el puto Estado de Israel, judíos hijos de la gran puta!". ¿Soy por ello antisemita? No. Y por dos razones: la primera es porque los palestinos también son semitas y no he aludido a ellos en ningún momento. La segunda, porque mi exclamación, grosera y malsonante sin duda, cumple un fin que no es el sojuzgamiento de los judíos como pueblo, como religión o como cultura, sino algo mucho más primario: el insulto. Y el insulto, cuando comporta rabia, es siempre tosco y muchas veces genérico y omniabarcante: es, etimológicamente, el "salto-contra" algo, una acción brusca y desafiante. Por otra parte, "hijos de puta" no significa literalmente nada hoy en día (http://es.youtube.com/watch?v=JgRz6IkceHo) y el decir "judíos" es como decir "americanos hijos de la gran puta" para referirnos a los imperialistas yanquis cuando bombardean el mundo, cosa que se dice con soltura y sin que nadie se alarme ni piense en que se sojuzga al continente americano al completo. El Estado de Israel instrumentaliza la memoria del Holocausto y asume un victimismo justificatorio de su propia barbarie. Y la población israelí, al parecer apoya mayoritariamente a su "ejecutivo".
Y sin embargo:




jueves, 1 de enero de 2009

Cincuenta

Feliz año nuevo.

2009 ha de ser, ante todo, un año en que la idea de la Revolución esté siempre presente en nuestro ánimo. La era de la opulencia toca a su fin y con ella mueren las ilusiones de todos los chorlitos que aún creían en el American Dream, yeah. Hay que volver a pensar desde la base y arrimar el hombro en proyectos colectivos. El que se quede suelto será barrido por la marea o lobotomizado por la barbarie. Algo se avecina.
Estos días se cumplen cincuenta años de la entrada de los barbudos en Santiago de Cuba y La Habana. Soy de los que piensan que la Revolución Cubana no necesita ser defendida, porque ya se defiende sola. No obstante, y pese a que soplan vientos favorables para el socialismo en toda America Latina y se empiezan a vislumbrar nuevos horizontes en la Europa del Capital (aún arden las sedes de los bancos griegos), todavía hay muchísima gente que repite los tópicos de la gusanera: Fidel dictador, etc, etc, mostrando una escuálida comprensión de qué es lo que está en juego realmente en Cuba. Cuando enjuiciamos las políticas llevadas a cabo por un país cualquiera tendemos a medir los resultados sociales por arriba, mirando lo ricos que son los ricos, como si ellos fueran la prueba de que se puede, yes, we can, si ponemos empeño en ello y tenemos confianza en nuestro poder de derecho divino. Pero lo cierto, señores, es que no se puede, no, we can't: por ahí no se llega más que a la barbarie, entendiendo esta como la ausencia de toda legislación ética y consiguiente regresión antropofágica, tal y como lo demuestra el panorama económico internacional, en especial en los capítulos que se refieren a la situación del Tercer Mundo, es decir, la mayoría de la humanidad. Repito estos topicazos sin sonrojo alguno porque es lo que hay y todo el mundo lo sabe, aunque se mire para otro lado hasta que la tortícolis nos revienta. Lo que quiero señalar es que, en vez de mirar hacia los yates de los ricos, podríamos comparar los diferentes sistemas políticos mirando hacia abajo, preguntándonos, en vez de cómo están los que mejor están, cómo están los que están peor, los de abajo del todo. Entonces veremos simplemente que Cuba aventaja largamente a la mayoría de las naciones, si no a todas. En Cuba, sin ir más lejos, es impensable el infierno del chabolismo yonqui que se da en mayor o menor medida en todas las ciudades del Estado Español.
Este año, señores, se acabaron las boberías. Las flamantes empresas que tiraban del carro se van a hinchar a despedir gente, ¡pa fuera, pa la calle!, el consumo se va a resentir y cerrarán los negocios, aumentará la delincuencia, la marginalidad, el crimen organizado, el vicio, el alcoholismo, las drogodendencias variadas, el pecado de Onán y la fiebre reumática. Volverán los vándalos y los alanos, clamando por su tributo, violando sin miramientos ni finura a los más probos ejecutivos, hombres ya entrados en años, a la salida de sus otrora alegres moradas, al grito de "¡mecagoendiós!" al hendir el falo. Las temperaturas aumentarán y así el nivel de los mares, la basura se desbordará y se esparcirá por las calles, con sus ratas y su crisol de enfermedades. Plagas de mosquitos tigre sobrevolarán las ciudades obscureciendo los cielos, infectando de nuevas formas de malaria a todo el mundo, en especial a las ancianas indefensas y a los niñitos inocentes, que no tienen culpa de nada. Será el horror, el horror, el horror. Y nosotros estaremos en casa, absortos con la Play.
¿Quién nos salvará?
El otro día caí fulminado a tierra y en medio de atroces espasmos tuve una visión prístina y clara como la gota de rocío. Entendí súbitamente que lo que se nos viene encima ahora es un totalitarismo policial militarizado internacionalmente a cuya cabeza han situado, quienes financiaron su campaña, al sonriente rey Baltasar, el cual, rebosante de buenrollismo, nos untará bien de vaselina para que nos entre a gusto el misil nuclear. Por si nadie lo ha notado, los grandes partidos políticos del mundo opulento ya se están agrupando en "grandes coaliciones" que propenden al monocolor ideológico: la Alemania de Angela (CDU/SPD), la Francia de Sarko (que ha acogido en su gobierno a varias figuras del PSF) y los USA de Baltasar, quien ha logrado unificar a demócratas y republicanos en fraternal comandita. No sería raro que viéramos una gran coalición PSOE/PP para las próximas elecciones, visto que Mariano ha apostado por la moderación y Setapé es un hombre cariñoso, dispuesto a perdonarlo todo (incluso que lo llamara "chisgarabís" en la anterior legislatura). Así pues, el pensamiento político del poder se revelará verdaderamente y ya sin tapujos como lo que es: pensamiento único. La cosa se va a poner peluda, y hay que amarrar al rebaño.
Por si a alguien le interesa, este año se presenta un nuevo partido político que quiere concurrir a las elecciones europeas de junio. Aún necesita conseguir las 15.000 firmas necesarias para hacer posible la candidatura:
Feliz año nuevo.
Salut.