sábado, 1 de enero de 2011

BOLIVIA

Bolivia es, hoy, un país fuertemente democrático. El espacio político está marcado por la permanente tensión entre el Estado en manos de un partido que sale de los movimientos sociales y los propios movimientos, que aducen necesidades concretas y reales y se manifiestan constante y enérgicamente. El anuncio de Evo Morales de anular el llamado "gasolinazo" tras un fin de semana lleno de incidentes es una muestra de que el gobierno no es, todavía, un gobierno cualquiera.
Por lo demás, entramos en 2011 con renovadas furias. El escenario sigue siendo el de la decadencia. Una decadencia lenta, pero constante. Todo por cuanto vale la pena luchar está marcado con el signo de la derrota.
Con Cuba estamos a la espera. "Ni la historia ni la Revoución han terminado todavía".