lunes, 25 de agosto de 2008

El negro indio

Te metiste conmigo, pajarito. Desde que llegó al poder hace ahora diez años, la gente no para de hablar de Chávez. La opinión es más o menos unánime: se trata de un nuevo caudillo populista en un país atrasado y corrupto, un militarote ávido de poder, un iluminado, megalómano, charlatán, ridículo pero peligroso, un demagogo de verborrea inconexa, un bruto, autoritario, dictadorzuelo, un loco, un rufián enamorado de Naomi Campbell, un ignorante y un simio. Un gorila para ser más exactos. El gorila, por su parte (Gorilla gorilla o Gorilla beringei), es el mayor de los primates, vive en el continente africano y está en serio peligro de extinción. Siempre he pensado que el hombre procede del gorila en la misma medida en que procede del cerdo (no pretendo ser científico) y no me interesa subrayar aquí las tesis darwinistas (que bastante darwinismo tenemos ya con el darwinismo social) pero acaso sea interesante que sepamos algo más acerca de este impresionante mamífero, inspirador de uno de los calificativos con los que se fustiga a Chávez e inspirador, igualmente, de la película King Kong:

El físico y misionero americano Thomas Staughton Savage fue el primero en describir el Gorila occidental (lo llamó Troglodytes gorilla) en 1847 a partir de especímenes obtenidos en Liberia. El nombre es derivado de la palabra griega Gorillai (una «tribu de mujeres peludas») descrita por Hanno el navegante.

Puede que Chávez se parezca más a un gorila que tú, pero tú a lo mejor te pareces a un chimpancé, o a un mandril, o a un tití. Todos tenemos algo de mono, para qué nos vamos a engañar. Hay muchísimas variedades de monos, muy diferentes entre sí. Algunos incluso caminan erguidos como nosotros, erectos como tú, y los hay con la cara negra o blanca o de colorines, más o menos como nosotros también. La cuestión no es esa. Como tampoco lo es, aunque se acerque más, el hecho de que Chávez sea un indio negro. Porque eso es lo que realmente es, él mismo lo dice.

La cuestión, decimos, es que Chávez no mira hacia nosotros cuando gobierna. No pide permiso ni le preocupa que cuatro cantamañanas a sueldo del grupo Prisa o la Cope le llamen gorila o critiquen sus maneras y sus programas de televisión. Chávez no gobierna para nosotros. Chávez gobierna para Venezuela y para América Latina, en el contexto de unas sociedadades con los mayores índices de desigualdad económica (y cultural) del planeta. Venezuela, el país de los culebrones: Mi vida eres tú y solamente tú, tratando de explicar, su mano le tomé y la intenté besar... Mi vida eres tú y solamente tú, abrázame y verás que aún en nuestro ser hay fuego que apagar... Mítica Cristal.

Venezuela, por lo que sabemos, es un país que desde 1959 hasta 1998 ha vivido dominado por tres grandes partidos que se alternaban en el poder en una dinámica de "punto fijo" ( Acción Democrática, COPEI y Unión Republicana Democrática) acordada mediante un "pacto de gobernabilidad". En esos años, la izquierda fue perseguida. El país aprende una cultura del derroche durante los setenta y ochenta, a partir del boom petrolero (1974-75), cuando la corrupción hace estragos y todo "está barato". Copiar y pegar:

Las presiones para el pago de la deuda externa produjeron la devaluación del bolívar, en el llamado Viernes Negro de 1983, desde ese momento el país se ve inmerso en una prolongada crisis económica. A continuación, Carlos Andrés Pérez es nuevamente elegido durante los comicios de 1988; este, al asumir la presidencia, buscando solventar la crisis financiera, adopta una serie de medidas que trajeron como consecuencia más notable el llamado "Caracazo" de 1989.

El 4 de febrero de 1992 Hugo Chávez lidera una rebelión militar y ejecuta un intento de golpe de estado en contra del Presidente Carlos Andrés Pérez. El intento falla y Chávez es apresado. Sin embargo, a partir de este momento Chávez comenzará a gozar de una gran popularidad y en diciembre de 1998 es elegido Presidente por mayoría de votos, contando con el apoyo del partido fundado por él, Movimiento V República, y una alianza popular llamada «Polo Patriótico», conformado por partidos izquierdistas como Patria Para Todos, Partido Comunista de Venezuela y Movimiento al Socialismo. Esta alianza busca impulsar una revolución de izquierda, inspirada en ideas socialistas de diverso origen, cuya motivación es lograr cambios políticos, económicos y sociales en procura de una mejor distribución de los ingresos petroleros del país.
En 1999 se aprobaría en un referendo popular la nueva Constitución que cambiaría de nombre oficial al país, de República de Venezuela, a República Bolivariana de Venezuela y ampliaría los derechos estipulados en la anterior constitución nacional.
En el año 2002 comenzaron grandes protestas en su contra, debido a la aprobación de una serie de 47 leyes a través de un decreto habilitante, que según el gobierno tenían como objetivo promover una nueva reforma agraria, beneficiar a los campesinos, al pescador artesanal y reactivar miles de hectáreas de tierras ociosas en manos de grandes latifundistas, como cambios fundamentales. Además, hubo cambios en la Junta Directiva de la empresa petrolera estatal PDVSA. Chávez buscaba eliminar el control que la oposición aún tenía de la industria petrolera mediante la nómina ejecutiva de PDVSA. En abril de 2002, tras una manifestación multitudinaria de la oposición que tuvo como excusa los cambios en PDVSA, se consumó un golpe de estado contra Chávez que lo derrocó por menos de dos días. Ese mismo día se genera uno de los hechos violentos más relevantes de los últimos tiempos, la masacre de por lo menos 14 personas en la ciudad de Caracas: entre los muertos hay opositores y partidarios de la revolución. El dirigente de Fedecámaras (Cámara de patronos, Patronal) Pedro Carmona asume el poder al margen de toda medida constitucional, y junto a un grupo de personalidades políticas deroga todas las leyes aprobadas mediante la Ley Habilitante y disuelve el Tribunal Supremo de Justicia, la Asamblea Nacional y en general la Constitución, lo cual le deja pleno poder para gobernar la nación, hecho que incluso dentro de la oposición generó críticas debido a su fuerte contenido dictatorial. Esto minó rápidamente la imagen del gobierno de facto, que perdió el apoyo de algunos militares que lo apoyaron con vacilación, y Chávez es restituido el 13 de abril, gracias a una reacción cívico-militar en contra del gobierno de Carmona, que se basó principalmente en las ciudades de Caracas y Maracay. Chávez no ejecutó ninguna medida extraordinaria ni juicios sumarios sobre los participantes en el golpe de estado fallido, sino que proclamó un perdón moral y confió a los tribunales de justicia el proceso de los correspondientes delitos.
En el mes de agosto el Tribunal Supremo, con mayoría de jueces vinculados a la oposición, sentenció que no hubo golpe de estado y absolvió a los participantes de toda culpa. Producto de la impunidad generada por esta decisión, la oposición logró organizar ese mismo año un lockout patronal, que incluyó a la nomina ejecutiva de PDVSA, un paro general, llamado por los sectores afines al Presidente Hugo Chávez «Sabotaje Petrolero» o «Golpe Petrolero»; los opositores lo denominaron «Paro Cívico Nacional» que en un principio pedía un referéndum consultivo para aprobar o desaprobar la gestión de Hugo Chávez y luego pedía su renuncia. Durante su transcurso se vio afectada por inactividad operativa Petróleos de Venezuela, la compañía estatal de petróleo y pilar fundamental de la economía venezolana, con pérdidas estimadas entre quince y veinte mil millones de dólares para el país. La oposición pide la realización de un referéndum revocatorio (elemento que fue introducido en la nueva constitución), siendo realizado finalmente el 2004. En él Chávez es ratificado. El 3 de diciembre de 2006 fueron las elecciones presidenciales en el país, en las que Hugo Chávez fue reelegido como Presidente Constitucional de la República para el periodo 2007-2013 con el 62,84% de votos a favor.

Esos son los datos, someramente expuestos. Los vericuetos internos del periodo descrito ocuparían demasiado espacio y cualquiera puede informarse por su cuenta. Se recomienda a tal efecto hablar además con algún venezolano. Pero ojo: es imprescindible saber cuál es el nivel socioeconómico del venezolano en cuestión que nos informa, porque de ello dependerán visiones muy distintas del proceso bolivariano. La visión que aquí (en Europa) predomina es la de la élite blanca venezolana, sector que engloba también a cierta clase media crecida al abrigo del boom en los setenta, un sector que siempre se ha mirado en el espejo deformante de la sociedad estadounidense. ¿Por qué predomina esta versión? Simplemente porque es la que nos resulta más afín, más cercana a nuestro estatus socioeconómico y por ende a nuestra ideología. Pasamos por alto a toda la marabunta de chabolistas, negros, indios y podríos variados que conforma la mayoría del país y que no votan a la oposición. Una vez más, lo que piensen esos no cuenta, porque al fin y al cabo son unos ignorantes que se han quedado medio subnormales con las telenovelas que emitía la cadena a la que Chávez no renovó la licencia, el muy dictador. La cadena de televisión golpista de la que tanto se ha hablado, víctima de un atentado contra uno de los Derechos Humanos fundamentales, la libertad de expresión, que no ha podido seguir transmitiendo telenovelas, cultura basura y propaganda en abierto, rápido: llamen a Human Rights Watch, ahora tienen que emitir bajo cuota, como el Canal Plus, los pobres, ellos son los auténticos desheredados de la tierra.

Se critica el programa de televisión de Chávez, "Aló Presidente", por chabacano y disparatado, cuando su formato obedece a las más escrupulosas reglas de la oferta y la demanda en territorio venezolano y se realiza conforme a una determinada cultura popular, al parecer mayoritaria: lo que molesta en realidad es que Chávez no sea un ideólogo de la vieja escuela, un líder con el que pueda fotografiarse el filósofo de turno (como Sartre con Fidel) sino una persona que habla un lenguaje afinado con las cuerdas de la mayoría de su país y que usa la televisión asiduamente para dirigirse al público. Y si hace falta, canta una canción. No tiene mala voz. A esto se le llama "populismo". Para nosotros chirría, como chirrían para nosotros la cumbia villera y el reggaetón. Aunque el reggaetón en realidad no chirría, sino que perrea. Perrea, mami, perrea: Abúsame, pégate a mí sin compasión, llévame a la locura...

Molestan los modos de Chávez porque nos resultan barriobajeros. Aunque más bien hablan para los barrios altos, para los cerros de las chabolas a donde llegó el éxodo rural de los setenta. Es necesario informarse, insisto, es necesario no dejarse llevar por lo que digan los progres del grupo Prisa, esos pijos supremos que hoy manejan el cotarro de la información mediante una multinacional que tiene intereses económicos en toda América Latina y en Venezuela en particular, entre otros tantos lugares (http://es.wikipedia.org/wiki/Grupo_Prisa). Los pijos, en efecto. No debemos tragarnos la versión de los pijos, a menos que reconozcamos que nosotros mismos somos unos pijos, y a mucha honra. Pero si no somos demasiado pijos, vale la pena informarse e intentar sintonizar con el proceso que tiene lugar bajo los auspicios del "gorila rojo".

Se habla de corrupción en el seno del chavismo y, en efecto, la hay a patadas. Se habla de violencia callejera: presente; de inseguridad ciudadana: presente; de narcotráfico: presente; de ostentación: presente; de ignorancia: presente. Cada país tiene sus miserias, y en Venezuela hay miserias de muchas clases, por lo que parece. Pero nadie ha dicho aquí que Chávez sea (tomando prestada una expresión de Belén Gopegui) "la Inmaculada Concepción". La Revolución Bolivariana arrastra los males endémicos del país y al desplegarse comete errores e incurre en contradicciones. Pero presenta a la vez rasgos que permiten albergar serias esperanzas de cambio. Uno de esos rasgos es, precisamente, el mismo Chávez, "el gorila rojo" (Gorilla gorilla, Gorilla beringei, ver más arriba), que consigue interpelar políticamente a una gran mayoría de venezolanos anteriormente marginados de la vida política del país, como lo prueban las diferentes consultas democráticas (avaladas por organismos internacionales) en las que ha resultado refrendado. Sólo eso debería bastar para terminar con los epítetos que se le dedican asociándolo al autoritarismo. Lo que aquí llamamos "autoritarismo" no es más que la mínima determinación necesaria para sacar adelante una revolución por medios no-violentos. Expropiar esto o lo otro, nacionalizar esto o lo otro, renovar tal o cual licencia, sustituir tal o cual junta directiva. ¿Que resulta que esos medios enérgicos perjudican al grupo Prisa o a Repsol o al Santander? Pues que se la mamen. También el Santander me perjudica a mí, que hoy sin ir más lejos me ha quitado cincuenta euros de la cuenta por la puta cara, por concepto de no sé qué servicio no solicitado. En cualquier otra revolución les habrían rebanado las papadas sin remilgos a estos buitres. Ahora resulta que los pobres se tienen que conformar con ser socios minoritarios en las industrias clave. De nuevo: llamen a Human Rights Watch y díganles que Botín está en peligro.

Pero aún más interesante en el proceso bolivariano es el fortalecimiento de los movimientos populares de izquierda que tiene lugar en diferentes frentes de la sociedad y la cultura de Venezuela, la activación de los barrios y las diferentes comunidades y etnias, las alfabetizaciones masivas, el implemento de una democracia insurgente. En qué medida este implemento democrático, es decir, socialista, se consolide más allá de la dependencia de Chávez, dará una idea del triunfo o del fracaso de la Revolución.

Mientras tanto, ya pueden seguir comentando lo chungo que es Chávez y tal, que eso dicen por ahí unos señores que saben de esas cosas, de política y cosas de esas. Por favor, de uno en uno para el "porquenotecallas" con acento mongoloide, de uno en uno para descargarse el politono de "porquenotecallas" con acento cibermongol, ¿aún no lo tienes? El País -diario de vanguardia proletaria- decía ayer que había sido el politono más descargado del año: porquenotecallas, porquenotecallas, y, en efecto, me voy a callar porque en cualquier momento me imputan por injurias a su majestad borderline, y eso tiene multa gorda en nuestra democracia hiperavanzada, igual que es delito quemar un trapo de colores, y si no, que le pregunten a Franki, de Terrassa, que está en el talego y allí va a seguir un tiempito.












3 comentarios:

Anónimo dijo...

!Y olé!

Anónimo dijo...

Jesusito de mi vida, vas erecto como yo.

Anónimo dijo...

Viva el negro!