lunes, 16 de mayo de 2011

22 de mayo

Se acercan inexorablemente las elecciones municipales y la derecha ondea su banderola con el símbolo de la gaviota, segura de una victoria contundente. La crisis le ha pasado factura al papahuevo de ZP y las encuestas vaticinan un resurgir de la derechona, que se pone una careta de progreso y modernidad y lanza a sus huestes renovadas a la conquista de cabildos y consistorios, como antaño don Pelayo, a Dios rogando y con el mazo dando. Nos hablan de empleo, de activar la economía, del fracaso del PSOE, etc. No ofrecen ninguna alternativa a las políticas derechistas que ha estado llevando a cabo el partido de ZP, sino que balbucean vagas promesas con un lenguaje vacío. Sin embargo, no hay que confundirse: con seguridad el PP tiene su estrategia bien definida y planificada, sólo que no se atreve a manifestarla públicamente, porque de hacerlo no ganaría estas elecciones ni de coña.
Hay quien afirma que PP y PSOE son dos caras de una misma moneda. Esta afirmación es básicamente cierta. No obstante existen algunos matices que diferencian claramente uno y otro proyecto político y que merecen señalarse. En primer lugar, las señas de identidad de cada uno de los partidos son muy distintas si nos atenemos al origen de ambas formaciones: un partido procede directamente del franquismo (y nunca ha renunciado a esa herencia) y el otro de la oposición a la dictadura. Por otra parte, aunque ambos partidos compartan el credo liberal de la globalización, los tiempos de ejecución de los planes del capitalismo global difieren notablemente en uno u otro caso: lo que el PSOE pueda privatizar en diez o quince años, el PP te lo privatiza en una sola legislatura. El PP es un partido de gente de acción, gente con espíritu empresarial, gente muy bruta que no se anda con mariconadas. Yo he oído directamente al actual candidato a la concejalía de empleo del ayuntamiento de Las Palmas decir (en privado, claro) que la Seguridad Social es comparable a un parque de atracciones en la medida en que ambos reciban subvenciones públicas. Un hombre pragmático, este, qué duda cabe. Un hombre que sabe de números, que ve la vida en números. Para expresarlo claramente, el PP vendría a ser el brazo ejecutor de políticas de inspiración yanqui en España. Ya sabemos lo que eso significa. Mientras que el PSOE, por su parte, partido decadente donde los haya, todavía soñaría con la “tercera vía” de Tony Blair, el “capitalismo de rostro humano” y quimeras de ese estilo. Los dos te dan por el culo sin tu consentimiento, pero al menos el PSOE usa vaselina.
Yo creí en algún momento que JFLA podría ser la esperanza política para Canarias. Su discurso era bastante radical, denunciaba el contubernio político-empresarial en las Islas y la corrupción generalizada, hablaba de cambiar los usos y costumbres políticos, hablaba de hacer “una política bella”. Eran los buenos tiempos de ZP. Después entendí que JFLA era otro chaflameja más, cuyo asesor de campaña copiaba el programa político de un partido pequeño y que babeaba y aplaudía entusiasmado, in situ desde Washington D.C. la llegada del emperador Obama a la Casa Blanca, llegando a usar posteriormente la lamentable consigna yesuiquén para su candidatura a las elecciones europeas, tal y como hizo posteriormente la candidata del PP a la Generalitat catalana, la jocicúa aquella fascista, Camacho. Por su parte, la derecha esparcía rumores de que JFLA era amante de ZP.
Unas palabras acerca de ZP: a pesar de los pesares, a pesar del desprecio que me merece un partidejo como el PSOE, un partido lleno de oportunistas que de izquierdas no tiene sino el nombre, he de reconocer que el actual Presidente del Gobierno español nunca me ha caído del todo mal. En estos siete años hemos observado algunos gestos de buena voluntad y de valentía por su parte: el más destacable, sin duda, la retirada española de Irak. Ese acto (que por otra parte no hacía sino traducir la voluntad explícita de la sociedad civil) le ganó la simpatía de todo el mundo progresista. Pero de eso hace ya mucho tiempo, y es fácil ser progre en tiempos de bonanza económica. ZP viene de una familia de comunistas, y algo de eso le debe de haber quedado al hombre. Sin embargo, dentro de una máquina política como el PSOE, perfectamente encajada en el aparato del imperialismo global y la OTAN, cualquier veleidad izquierdosa resulta meramente ornamental.
El PP y el PSOE son ambos partidos neoliberales (pero el PP más). El PP y el PSOE son ambos partidos plagados de corruptos (pero el PP más) y ambos llevarán a los trabajadores a la pobreza (pero el PP antes).
También están los partidos que se dicen nacionalistas, por supuesto. Por lo general suelen ser de derechas, como el PNV y CIU. En Canarias constituyen el signo vacío: tanto pueden pactar con PP como con PSOE, según les convenga. A falta de proyecto propio, llevan a cabo por lo general políticas de derecha liberal, agravadas por la insultante ignorancia e incompetencia de sus integrantes. Nos referimos básicamente a CC, partidejo nefasto, tercero en número de votantes las últimas elecciones, que ha gobernado el Archipiélago durante los últimos cuatro años en alianza con el PP y que en los últimos tiempos está gobernando en minoría, como si quisieran hacerse desmarcar del PP, por lo que pudiera pasar. Después hay pequeños partidos insulares liderados por caciques y mafiosillos locales que suelen integrarse en el proyecto del partido mayor. Por otro lado está NC, a la cual los sondeos auguran una importante subida este 22 de mayo. Escindida de CC, está integrada, entre otros, por antiguos militantes de la difunta ICAN cuyo nombre no está todavía totalmente manchado por la infamia, aunque los lidera un oscuro personaje, veterano de la política regional, llamado Dr. Tren que según las malas lenguas es un putero.
Personalmente siento una gran simpatía hacia el PCPC de Carmelo. Aunque se les tacha de dogmáticos y de toscos, consiguen mantenerse siempre a flote y no hacen concesiones electoralistas. Quizás ellos son la mejor opción, al menos en Las Palmas. No sé cómo será en el resto del Archipiélago. Se supone que todos deberíamos votar por los partidos de la izquierda radical. Se supone que ellos constituyen la alternativa a toda esta mafia. Sin embargo la gente no les vota. ¿Por qué? Varias pueden ser las causas. Que muchos de los partidos y movimientos de izquierda están plagados de subnormales es una verdad como un puño, una verdad que causa desazón a todas las personas que deseamos una democracia radical: así, comprobamos aterrados la cantidad de personajes nefastos que llenan las listas de esos infinitos partidillos y que quizás buscan promocionarse, lucirse o acaso ligar a través de un discurso izquierdoso prefabricado que muchas veces parece camuflar la ausencia de un verdadero sentido ético. Entre un subnormal de izquierdas y uno de derechas no se sabe qué es mejor. Los partidos de derechas también están llenos de subnormales, esto se sobreentiende, aunque en mi opinión lo que más abunda en ellos son los psicópatas y los sociópatas. Hay muchas personas inteligentes y malvadas en los grupos de derecha, entre los neoliberales y los españolistas: muchos tarados con ganas de acción. Debemos temerles, de eso no hay duda, y habría que impedir que salieran elegidos, impedirlo a toda costa y a cualquier precio. Pero entonces, ¿hay que votarle al PSOE? Ese fue el eje de la campaña electoral de los de ZP en Cataluña durante las últimas generales: enormes carteles con fondo rojo, contornos humanos en sombra a lo largo de las carreteras, siniestros, y un mensaje: “Si tú no vas, ELLOS VUELVEN”. Apelar al miedo a la derecha como línea maestra de la campaña. Les dio resultado. Las gentes que viven en el Estado Español son mayoritariamente de izquierdas, esto lo saben bien los fachas. Es la abstención lo que da la victoria a la derecha. Pero ¿qué votar entonces? Es un callejón sin salida.

Está claro que todas las opciones electorales con posibilidades de sacar algo son una basura y que los partidos que se dicen progres no harán nada por cambiar la actual situación. Pero el PP siempre será peor. Los ineptos del PSOE harán mal las cosas y su falta de visión y de proyecto provocará que todo se quede más o menos como está. Hay quien encuentra esto insoportable. Sin embargo no debemos perder los papeles: no cabe duda de que mejor que se quede todo como está, a que la derecha coja el macho y empiece a hacer de las suyas. Cuando gobierna la derecha, se nota.

Es por todo esto que ante la próxima cita del domingo, cuando queda menos de una semana para decidir a quiénes vamos a tener gobernando durante los próximos cuatro años, no puedo sino suplicar públicamente:

Señoras y señores, por favor,

¡CUALQUIER COSA, PERO QUE NO SALGA EL PP!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Aunque solo tenga que ver tangencialmente con el tema, no usen vaselina cuando den por el culo, a no ser que lo hagan sin condón (lo cual solo es recomendable si se tiene un conocimiento cierto de la salud de ese culo) Usen glicerina, que es un medio acuoso. La vaselina es un medio graso y los condones, de caucho, durante la fricción de los pingazos, se rompen, pudiendo provocar enfermedades fatales. Saludos cordiales.

¡No se olviden de votar a la izquierda!

Groucho dijo...

A veces hay que tocar fondo para salir; votar al psoe para que siga todo igual -en el mejor de los casos-? No, no y no! Se acabó el miedo.
Pido el Voto a cualquiera que no tengan corruptos -imputados- en sus filas y a los que no apoyen el cambio del fraudulento sistema electoral. La opción es chica, pero real. Irreal en escaños, pero el primer paso del voto sin miedo hay que darlo ya. PSOE=Alta Traición, Raptores del voto imgenuo de izquierdas. Se acabó!